En la cultura latina, Ceres es la diosa de la tierra y la agricultura. Es ella quien enseña a los hombres a cultivar la tierra, a sembrar y recoger el trigo, a elaborar el pan y recoger valiosos frutos.
El episodio que más marcará su existencia es el rapto de su hija Proserpina, que llevada por Plutón a los infiernos la convierte en su esposa. Ceres se sume en la desesperación por no poder volver a ver a su hija y toda la tierra recibe su dolor, las sequías se multiplican al igual que las plagas. Ante este desastre Júpiter interviene para conseguir un acuerdo entre Ceres y Plutón: Proserpina estarà dos cuartos del año habitando el reino de los muertos (otoño y invierno) y el resto del tiempo vivirá con su madre (primavera y verano). De este modo encontramos en este mito la explicación dada por los romanos del porqué del paso de las estaciones.